
EL 1969 Y LA ANTESALA DE LO QUE VENDRÁ
Es febrero. 1969. La gran noticia es un asalto a la Financiera Monty, en el que se descubren negociados turbios con gente del gobierno involucrados. En ese febrero irrumpe en el carnaval una murga que revolucionó todo, identificada con el barrio y con Liverpool, la que tenía la batería siempre acompañando al equipo desde la tribuna de Julián Laguna, atemorizando a goleros rivales. La murga que fue llamada a cambiar la historia de la gran fiesta popular que hoy tanto se extraña: La Soberana. La de los hermanos Alanís (César, Luis, Darwin y José) siempre estuvo identificada con Liverpool. ¿Quién no entonó alguna vez el famoso himno cantado por la Murga?..... “Vieja cuchilla semillero de virtudes….”
A pedido de un querido amigo negriazul me puse en la búsqueda del primer repertorio de la murga, y por suerte pude dar con él. La letra de José Milton Alanís, el famoso “Pepe Veneno”, decía en una parte:
“La Soberana,
se siente cual maravilla,
pues llega de la cuchilla,
con un sueño negriazul.
Y tan galana,
ya se largó criticando,
con sus cuchillas cortando,
como el viejo Liverpool”.
Ese febrero hace su debut en el concurso y quedará quinta. Pero la que ganará ese carnaval será otra murga de la zona, la murga de los Canillitas, bautizada por el grito campana que le avisaba a los vendedores de diarios que jugaban al sevelé que llegaba la policía… “Muchachos….Araca la Cana”. Esa murga siempre postergada, que lleva 87 años en el carnaval, solo ganó 3 primeros premios. Ese 1969 fue el segundo año en que lo lograron, con la dirección de Zelmar “Pocho” Pérez en reemplazo del histórico “Pianito” Castro. El combinado de murguistas, Araca se juntó con Timoteo, lo integraban figuras de la talla de «Picho» López, Juan Ayusto y el recordado «Comba» Insúa, personificando al Topo Gigio, muy popular por ser la mascota del Huracán Buceo de 1968. Ambas murgas basaban sus textos en críticas a las medidas prontas de seguridad implantadas por el gobierno de Jorge Pacheco Areco, presidente colorado de ese entonces. Medidas que se tomaban como caso de excepción ante “estado de conmoción interno”. Ese 1969 fue el año del ingreso de “Catusa” Silva a ser parte de la dirección de la vieja Araca. El muchacho nacido en un conventillo de la calle Santa Lucía, a pocas cuadras del corazón de Belvedere, que salía en Araca desde 1961, fue un liverpoolense de todas las horas. El “Ciego”, que falleciera recientemente, en más de una entrevista dijo: “Soy hincha de Liverpool, sin ningún otra camiseta abajo”. Salú.
El 69 también fue un año convulsionado: atentado a la General Motors y Toma de Pando, secuestros como el del bancario Pellegrini Giampietro, robo de la bandera de los 33….hasta el fútbol entró en eso cuando los Tupamaros copan Radio Sarandí en el momento que Nacional jugaba por la Libertadores, sabiendo que todos estaban escuchando a Carlos Solé.
Si se quiere trazar un paralelismo con lo que se vive hoy en día, vale también recordar que en esa época apareció una “gripe” procedente de Asia, llamada la “Gripe Hong Kong”, que llegó a nuestro país en el 69. Era un virus muy contagioso pero poco letal. La gripe había sido desestimada en un primer momento por autoridades y medios de comunicación. Pero en junio el gobierno decidió repentinamente tomar medidas de prevención, a saber, la suspensión de clases a nivel de primaria, secundaria y terciaria. Se hablaba de cuando estarían las vacunas, que nunca llegaron.
La barriada tenía a su equipo, Liverpool, dirigido por Roberto Fleitas. Se disputó ese año una copa llamada “El Torneo de Copa Alfredo Lois”, que solo se jugó ese año y fue un intento de realizar un torneo entre equipos de varias divisionales. Jugaron los de la A, varios de la B y el campeón de Intermedia, Alto Perú. Se dividieron en dos series y Liverpool terminó en mitad de tabla en su grupo, aunque le ganó 1 a 0 a Peñarol en el Estadio con gol de Jorge Vázquez.
Si bien finalizamos en mitad de tabla la primera rueda del uruguayo, en la segunda fuimos penúltimos. Lo más destacado fue cuando en la primera rueda tuvimos la satisfacción de haberle ganado a Peñarol 2 a 0 en nuestra cancha con goles del “Toro” Gómez y del “Jubilado” Peralta, sacándoles a los aurinegros un largo invicto que muchos recordarán. Terminamos el torneo en la antepenúltima posición, 9no entre 11, salvándonos por poco del descenso, que como pareciera va a pasar hoy en día, correspondió a Danubio. Una curiosidad es que cuidaba nuestro arco González Acuña, el mismo golero que en el 60 casi sale campeón con Cerro.
Fue mal año. Liverpool necesitaba cambios, y los cambios vinieron con la llegada del nuevo entrenador, encargado de armar el Liverpool 1970: Ondino Viera. Acá comenzará a nacer el gran Liverpool 71.