En una de las tantas vitrinas que hay en la capilla de San Cono en Florida, solía encontrarse una camiseta histórica. La famosa número 8 de Julio Pérez, que usó en la final de Maracaná. Famosa porque todas las camisetas tenían el número en la espalda en rojo, pero esa era la única que la tenía en negro sobre un rectángulo blanco. También en esa vitrina estaba la pelota que se usó en esa final. Julio Pérez, muy creyente, cumplió la promesa de que si salía campeón le llevaría su camiseta a San Cono como ofrenda. Pero esa no fue la única vez que el recordado “Pataloca” le hizo una promesa al santo que recibe miles de fieles cada 3 de junio.

 

El torneo de 1952 venía complicado para Nacional. Peñarol dominó todo el año. En la primera rueda solo empató un partido, contra Danubio, y entre otras victorias le ganó a Nacional 2 a 0, y a Liverpool 5 a 0. La segunda rueda había sido todavía mejor, había ganado todos los partidos. Las últimas fechas habían sido de victorias categóricas: 2 a 0 a Danubio, 4 a 1 a Sud América y 4 a 1 a Defensor. Faltando 3 fechas para terminar, Peñarol le llevaba 4 puntos a Nacional, y le tocaba jugar contra un Liverpool que andaba mal, venía de ser goleado por Danubio 5 a 0 y empatar luego a 1 con la IASA que iba último.

 

Julio Pérez y otros jugadores hicieron la promesa: si Nacional salía campeón iban a ir caminando a San Cono. Y necesitaban ayuda seguro. Pero la ayuda no fue divina....fue negriazul.

 

Según el titular del diario El Bien Público: “Peñarol tiene hoy compromiso fácil ante Liverpool......lógicamente pues habrá de ganar Peñarol esta tarde por scorer comodo”. En la previa decía el diario El País: “El equipo de las Acacias, líder invicto, de salir airoso habría dado un gran paso hacia la consagración que se vislumbra.....de acuerdo a los antecedentes y al acierto con que viene actuando Peñarol, todo indica que triunfará esta tarde”.  Peñarol tenía varios campeones del mundo: Máspoli, González, Ghiggia, Míguez, Schaffino y Vidal. Y sumado el nuevo gran valor de Julio César Abbadie. Liverpool jugó con Ayup, Fleitas y Romero, Quiroga, Peláez y Villarreal, Barsamian, Quiroga, Rezzano, Pedra y Castiglia.

 

Peñarol dominó en el arranque pero a los 12 minutos González le hace una falta a Pedra en el área. El penal lo convierte Villarreal y sorpresivamente nos ponemos arriba. Peñarol buscó el empate, que casi llega en maravillosa jugada de Míguez, que ensaya una “chilena” que da en uno de los vértices del travesaño. Si bien Peñarol tiene más la pelota, no es contundente. Schiaffino fue muy bien marcado, lo mismo que el “Pardo” Abbadie. El “Cotorra” Míguez quedó aislado arriba sólo, y casi siempre fue controlado por Roberto Fleitas. Liverpool atacaba menos, pero con más profundidad. A los 40 minutos Castiglia conecta un centro de Barsamián con golpe de cabeza e hizo el segundo, ante la indecisión de varios defensas de Peñarol.

 

En el segundo tiempo Liverpool siguió dominando. Siete minutos, y llega el tercero.  A raíz de un corner, Rezzano con preciso cabezazo logra el lapidario 3 a 0. Liverpool se defiende y busca contragolpear. Peñarol se tiró arriba y logró descontar sobre el final por medio de Abbadie. Pero ya sin chances de ganar.

 

Decía El País: “Se ha producido la nota sensacional del Campeonato Uruguayo, que ha radicado no en la caída del hasta ayer invicto, sino en la extraordinaria performance liverpoolense al anotarse magnífica victoria.....Fue otra hazaña de Liverpool, que tiene la virtud de dramatizar las últimas etapas de un Campeonato que aparentemente parecía liquidado desde hacia tiempo”.  

 

Tras la caída del invicto, Peñarol pierde también el clásico en la siguiente fecha. Nacional lo gana 1 a 0. Los albos le descuentan los 4 puntos y van a una final que también ganan. Nacional campeón....Julio Pérez y companía se fueron caminando hasta Florida.....porque promesas son promesas. Aunque en lugar de agradecer en Florida a San Cono podría haber pasado por la sede de la calle Agraciada, y dar las gracias por ese triunfo a Liverpool que los puso de nuevo en la pelea por el campeonato.